
Estas y otras preguntas dan vueltas en mi cabeza estos días. Pienso en las personas que, teniendo acceso a la información, no logran hacer un cambio. Pienso que quizás no quieren, o que, simplemente, no les nace. Pienso entonces en cómo lograr que les nazca, cómo contagiar esa consciencia, esa armonía.
¿Cuál será la clave?
Entonces, me acuerdo de la charla inspiradora que tuve con @ianevukosich y me di cuenta de algo…Cuando le pregunté cómo desarrollaron su relación con la basura, me contó que ambos, ella y su pareja, fueron criados en ambientes rodeados de naturaleza, y eso les hizo adquirir una conciencia ambiental que hoy siguen cultivando.
Esa idea me quedó retumbando… Y me puse a pensar en conversaciones anteriores que tuve. Por ejemplo, me acuerdo cuando @water.journey me contó cómo su relación con el agua la llevó a cuestionarse el plástico y la contaminación del río.
Releo las historias que conocí, las comparo con la mia, y descubro el denominador común: EL CONTACTO CON LA NATURALEZA.
Claro, me van a decir que es obvio, pero quizás para alguien no lo es tanto. Ahí es cuando veo muy claro cómo la cercanía con la naturaleza, nos genera un sentimiento natural de querer cuidarla.
Entonces, concluyo, que si queremos ver cambios, que si queremos ser personas más sustentables, tenemos que conectarnos más con la naturaleza. La información de qué pasos dar primero, cómo reemplazar el plástico, cómo compostar, etc, está, se aprende. Pero cultivar la relación con la naturaleza pasa por la intimidad de cada unx.
Si estás confundidx, si querés hacer un cambio y no sabes por dónde empezar, si las palabras “sustentabilidad, contaminación, medioambiente, ecología, sostenibilidad, etc” no te resuenan. Deja todo y conectá con el afuera.
Ahí, en ese vínculo único y tuyo, ahí está la receta para una vida más consciente con el medioambiente. Porque nadie puede lastimar aquello que conoce y ama.